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PESTEL del entorno actual de las instalaciones fotovoltaicas

Se realiza un análisis con la herramienta de marketing PESTEL con objeto de identificar los factores del entorno actual donde GESTION DE TECNOLOGIAS Y ENERGIAS RENOVABLES ejerce su actividad.

El análisis PESTEL nos ayuda a identificar los elementos externos que pueden influir en la definición de las estrategias de la empresa a corto o medio plazo (para los próximos 3 y 5 años); entorno que, a lo largo de dicho periodo, puede ser totalmente diferente al actual; siendo que, últimamente, éste se caracteriza por la rapidez con la que cambia. La herramienta PESTEL nos ayuda a describir el entorno actual de las instalaciones fotovoltaicas bajo los siguientes aspectos:

POLÍTICO (P)

Actualmente se suceden políticas de regulación de las energías renovables (especialmente la fotovoltaica). Estas políticas no paran de cambiar adaptándose a las necesidades del mercado y a las nuevas tecnologías. Lo que muchas veces ha generado una sensación fundada de inseguridad jurídica (sirva de ejemplo, el cambio en 2007 en la retribución de la energía solar fotovoltaica, por el cual se paralizó el ejecución de dichas instalaciones para venta de la energía fotovoltaica generada; o el denominado “impuesto al Sol”, introducido por el Partido Popular en el año 2015 y derogado en 2018; así como la intención manifestada en promesas electorales de ciertos partidos políticos, de gravar con impuestos especiales las grandes plantas fotovoltaicas en entornos rurales).

Así mismo, se suceden las ayudas por la implantación de instalaciones para la mejora de la eficiencia energética y el uso de las energías renovables. Ayudas que las reciben, mayormente, las grandes empresas; las cuales terminan apropiándose del mercado. Los particulares y las empresas pequeñas o de tamaño medio, tienen dificultades a la hora de gestionar la tramitación de las ayudas o cumplir con los trámites legales para la instalación de este tipo de infraestructuras.

ECONÓMICO (E)

En estos últimos años han subido los precios de la energía, tanto de la electricidad como del gas, así como del resto de combustibles fósiles (gasoil, gasolina, etc). Este incremento de los costes favorece la decisión de ejecutar instalaciones de autoconsumo (al aumentar la rentabilidad con un menor período de retorno de la inversión); además de una reducción en el coste de los mismos tras su puesta en funcionamiento. Que los precios sigan aumentando, se mantengan o disminuyan es una incógnita, por lo que no se puede esperar que siga siendo un factor decisivo, como lo es en la actualidad (aunque el aumento en su demanda suponga que difícilmente puedan bajar).

La actual subida de los tipos de interés dificulta el acceso al crédito para la financiación de las instalaciones; que requieren una elevada inversión, sobre todo, en el sector comercial e industrial (sectores sin liquidez que vienen de superar el periodo postpandemia de la COVID-19).

La constante promoción de actuaciones de eficiencia energética y la promoción de las energías renovables, ha provocado la entrada en el sector de actores externos al mismo por el atractivo que éste genera al haberse puesto “de moda”. Un claro ejemplo son las entidades bancarias que comercializan, entre sus clientes, la oferta de grandes empresas del sector de las energías renovables, a su vez clientes de la entidad con los que colaboran; con el único fin de financiar las instalaciones y conseguir con ello participar en los beneficios que se esperan de un sector en auge y con expectativas de futuro a corto y medio plazo.

SOCIAL (S)

Gran número de empresas optan por la implantación de instalaciones de energías renovables por la imagen “verde”, ecológica, que su uso transmite a sus clientes, trabajadores y sociedad en general. Con ello buscan ser partícipes en la mejora de las condiciones medioambientales del planeta, así como de su sostenibilidad (actuaciones que se reconocen a la hora de valorar la, tan de moda, Responsabilidad Social Corporativa, RSC).

Ante el aumento de demanda de instalaciones de energías renovables en la totalidad de los sectores, existe falta de profesionales cualificados para realizar dichas instalaciones. El bajo atractivo que la formación profesional tiene en España, ya estaba provocando que, sin la actual demanda, hubiera déficit de mano de obra en este sector; lo que ha incrementado el coste de la mano de obra, así como la rotación de personal entre las empresas del sector.

Por otra parte, grupos de interés, están creando campañas de desinformación en contra del uso de las energías renovables; que no buscan fórmulas para aprovechar las ventajas que éstas suponen en las ubicaciones donde se pretenden implantar (como la oposición a las denominadas “granjas solares” o a los parques eólicos en el entorno rural o natural; y que, en su defensa, la única solución que parecen proponer es dejarlos como están). Campañas que siempre surgen en contra de todo aquello que se pone de moda y sólo buscan atraer la atención del público en general hacia estos grupos.

Igualmente, empiezan a surgir movimientos contrarios a la ejecución de instalaciones de energías renovables como consecuencia de la presencia en el sector de empresas no cualificadas, con deficiente mano de obra y materiales de muy poca o nula calidad; que provocan fallos en el funcionamiento de estas instalaciones, accidentes con pérdidas, tanto material como personal (por ejemplo, con instalaciones que se incendian o salen volando de los tejados ante una racha de fuerte viento por un anclaje defectuoso). Una de las causas de esta creciente situación es la falta de control e inspección por parte de la Administración que no tiene los medios necesarios ante la gran cantidad de instalaciones que se ejecutan.

TECNOLÓGICO (T)

Los grandes fabricantes de equipamiento, en general, están invirtiendo, cada vez más, en I+D+I buscando diferenciarse de su competencia por incorporar nuevas tecnologías y la conectividad de sus productos; de forma que ello les diferencie del resto y poder mantener, así, los precios en un mercado donde el nivel de calidad y servicio prácticamente está igualado (como lo demuestra la cada vez mayor oferta y demanda por marcas blancas, o marcas propias, más económicas).

En estos últimos años se ha ofertado una gran cantidad de equipos, tanto a nivel doméstico, comercial como industrial, con nuevas tecnologías cuyo objetivo es la reducción del consumo energético, la reducción de la contaminación y un aumento de las prestaciones; como la conectividad, con un control y monitorización de los equipos y las instalaciones de forma remota a través de dispositivos móviles (lo que se denomina el “internet de las cosas, IoT”. Estas nuevas tecnologías se aplican tanto para nuevas infraestructuras como para renovar las existentes; por lo que la demanda es aún mayor.

La presencia en el mercado de nuevas tecnologías requiere que los profesionales estén en continua formación en la instalación y manejo de las mismas (lo que hoy se conoce como “live long learning”). Requisito que no siempre es compatible cuando el mercado, con un exceso de demanda, requiere al mismo tiempo mano de obra cualificada.

ECOLÓGICO (E)

El uso de energías renovables implica la generación de una energía limpia de fuentes naturales inagotables (como la energía solar o la energía eólica).

La aparición de nuevas tecnologías está permitiendo la sustitución de materiales contaminantes (como los nuevos gases fluorados utilizados en los sistemas de refrigeración y climatización; así como la eliminación del uso de gases refrigerantes prohibidos aún existentes en instalaciones que todavía no han sido renovadas). La sustitución de equipos alimentados por combustibles fósiles como el carbón, gasoil, etc. (en cuya combustión se generan gases contaminantes), por equipos como la aerotermia o el vehículo eléctrico.

Las políticas medioambientales fomentan el uso de las energías renovables mediante la aprobación de ayudas para la adquisición de dichos equipos (por ejemplo, el Plan Moves para facilitar la compra de vehículos eléctricos y promover la instalación de puntos de recarga).

Estas nuevas tecnologías han minimizado la repercusión sobre el medio ambiente de  los equipos a los que sustituyen (por ejemplo, el ruido del motor de un coche eléctrico o la contaminación lumínica de un alumbrado público con tecnología LED y tele gestión, que permite la regulación de la intensidad de la luz en diferentes escenarios).

Por otra parte, la generación de residuos de las instalaciones y equipos antiguos que son sustituidos, así como los residuos que dentro de unos años se generen con los materiales que actualmente se están utilizando; provocan que, con una adecuada gestión de los mismos, se promuevan prácticas de reciclaje y reutilización.

LEGAL (L)

La presencia en los últimos años en el sector energético español de un mayor número de empresas que generan energía (en comparación con el reducido número de empresas que en épocas anteriores controlaban todo el territorio nacional, dividido en regiones que se consideraban propias y donde instauraban prácticas monopolísticas absolutas); ha provocado la aprobación de normativas que requieren un mayor control; lo que se traduce en que los requisitos que se les requiera a estas nuevas empresas sean mayores, dificultando con ello la entrada de un mayor número de empresas que la demanda actual requiere.

Si bien es verdad que en pequeñas instalaciones los trámites administrativos, para el registro y autorización de puesta en funcionamiento de éstas, son menores; la participación de las grandes empresas distribuidoras en cualquier trámite, retrasa y dificulta la puesta en servicio efectiva de las instalaciones. Por todo ello, las empresas instaladoras se ven obligadas a ofertar la gestión de dichos trámites si quieren ofrecer una “llaves mano” a sus clientes.

De igual forma, la gestión de la tramitación de las ayudas y subvenciones, requiere de un conocimiento de los requisitos que en cada caso aplican y la forma de darles cumplimiento hasta la efectiva recepción de las mismas.

Por otra parte, la posibilidad de que varios particulares o empresas puedan agruparse para consumir conjuntamente energía fotovoltaica, mediante la modalidad de la comunidad energética; obliga a éstos a constituirse como entidad jurídica lo que dificulta su puesta en funcionamiento y, con los trámites requeridos, se alarga la consecución del origen de la misma, la generación conjunta de energía solar.

Autor: JAVIER OLIVÁN DE LA SERNA (GESTIÓN DE TECNOLOGÍAS Y ENERGÍAS RENOVABLES, S.L.)

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