Cuando vamos de compras nos encontramos con oferta de un amplio abanico de marcas de un mismo producto con amplia variedad de precios. Esa diferencia es mayor cuando se trata de productos tecnológicos. Por ejemplo, si queremos un ordenador, un televisor o un teléfono móvil, normalmente compraremos una marca, un modelo u otro, de acuerdo a nuestro presupuesto; pero siempre conscientes de que las prestaciones o el grado de calidad del producto varían del modelo más económico, respecto a los de gama superior de mayor precio. Esta circunstancia también es aplicable a los paneles fotovoltaicos.
Las instalaciones que GESTIÓN DE TECNOLOGÍAS Y ENERGÍAS RENOVABLES oferta siempre incluyen materiales de primeras marcas. En la actualidad prescribimos paneles fotovoltaicos de la marca REC, empresa noruega fundada en 1996 y que produce el panel en sus fábricas de Noruega y Singapur desde su materia prima, el Silicio.
Los niveles de calidad de los paneles REC están por encima de los estándares internacionales para asegurar la fiabilidad de sus productos; de ahí que su precio no sea el más económico de entre otras posibles alternativas.
Es verdad que no siempre es necesario ejecutar una instalación con un panel de tan altas prestaciones siendo que hay producto mucho más económico, en su mayoría fabricado en China.
En GESTIÓN DE TECNOLOGÍAS Y ENERGÍAS RENOVABLES somos conscientes de la necesidad de justificar una inversión en base a la mayor rentabilidad y al menor periodo de retorno de la inversión. Por otra parte, es seguro que en los próximos años por el avance de la tecnología, el mercado permitirá acceder a paneles con mayores prestaciones y, seguramente, a un menor coste unitario que el actual. No obstante, hay que ser conscientes que dicha evolución se mantendrá en el mismo escenario; las mejores marcas sacaran mejores productos a un precio superior que el de las marcas que hoy en día lo ofertan más barato; lo que éstas últimas seguirán haciendo por mantener su espacio de mercado.
Por todo ello es importante conocer las prestaciones que ofrece un panel de una marca respecto a otra; y cuyo precio responde a consideraciones que, con toda seguridad, van a influir en el rendimiento del panel a lo largo de la vida útil de la instalación fotovoltaica, establecida entre los 20 y 25 años. Nos podemos encontrar que en los primeros años de funcionamiento de la instalación fotovoltaica el ahorro no es el previsto.
De toda la información que un fabricante o distribuidor recoge en la ficha técnica de un panel fotovoltaico, a continuación, destacamos aquella que puede diferenciar la calidad de un panel frente a otro; y, por tanto, nos puede ayudar a tener criterios, además del económico, para elegir el más conveniente para nuestra instalación.
La garantía del producto o garantía por defecto de fabricación
Siempre que un producto que se pone de moda, como ocurre actualmente con los paneles de instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo, se multiplica su oferta con marcas y fabricantes que cuanto más desconocidos, menor es el precio de su producto que, por otra parte y sobre el papel, parece superar en prestaciones a los teóricamente más caros. Si se me permite la comparación, paso algo parecido con el boom por renovar instalaciones de iluminación con lámparas LED en base a supuestos ahorros y retorno casi inmediato de la inversión.
Si la marca o el fabricante no lleva tiempo en el mercado quizás no garantice un servicio postventa que pudiéramos necesitar; puede incluso que tras pocos años dicha marca haya desaparecido y no tengamos a quién reclamar.
La “garantía de producto” tiene relación con la calidad de los materiales utilizados en su proceso de fabricación; así como la fiabilidad de éste; por tanto, sea cual sea nuestro presupuesto deberemos invertir en un panel que al menos funcione hasta haber amortizado la inversión.
La mayor parte de las marcas de paneles fotovoltaicos ofertan entre 10, 12, 15 y 20 los años en los que el producto está en garantía, es a lo que se refieren con la “garantía de producto”.
Que un panel fotovoltaico tenga un defecto de fabricación o se estropee no es normal, pero puede suceder; así como que sufra daños durante su instalación o su funcionamiento y tenga que ser reemplazado por otro de idénticas características.
En GESTIÓN DE TECNOLOGÍAS Y ENERGÍAS RENOVABLES minimizamos riesgos y garantizando a nuestros clientes la resolución inmediata de cualquier problema que pueda surgir ofertando e instalando paneles con la mayor garantía de producto. Un panel de la marca REC tiene 20 años de garantía de producto.
La garantía de potencia o de rendimiento por la degradación debida al envejecimiento
La “garantía de potencia” tiene que ver con la inevitable degradación inducida por la luz (LID, Light Induced Degradation) que sufre un panel fotovoltaico a consecuencia de las reacciones químicas que se producen en las células de silicio, debido a las impurezas que éstas contienen; envejecimiento que también se ve afectado por el método o tecnología utilizada en el procesamiento del panel durante su fabricación.
Este índice denominado como “garantía de potencia lineal a 25 años” o “garantía de generación de energía lineal durante 25 años”, se refiere a la degradación o pérdida de capacidad de generar energía que sufre el panel de forma lineal a lo largo de esos 25 años.
El primer año todos los paneles sufren una reducción importante en su capacidad teórica de generar energía; y cada año de funcionamiento del panel dicha reducción se va incrementando un porcentaje.
Por tanto, sería un error quedarse con la idea de que el panel tendrá el mismo rendimiento durante 25 años. Hay que valorar si dicha reducción teórica en la generación de energía del panel, que el propio fabricante reconoce al fijar sus características técnicas, afectará a la rentabilidad esperada de la instalación.
Un panel de la marca REC con un rendimiento medio del 95,5% a los 10 años frente al 90% del panel de GreenHeiss y un 92% a los 25 años frente al 80%, respectivamente; supone, en términos de energía, una diferencia de 1550kWh por panel a los 10 años y 4.000kWh por panel a los 20 años. En la siguiente tabla se recogen los datos incluidos en las fichas técnicas de distintos fabricantes y marcas de panel.
El factor de pérdidas por temperatura o coeficiente de temperatura
Normalmente se relaciona el aumento de la temperatura con un aumento de la energía solar radiante, mayor durante los meses de verano respecto a los fríos meses del invierno; y, por tanto, con un aumento en la generación de energía (W/m2) del panel fotovoltaico.
Efectivamente, la producción sube conforme aumenta la temperatura, hasta un valor a partir del cual la potencia máxima del panel disminuye debido a un menor rendimiento de éste con el aumento de la temperatura.
Normalmente la temperatura nominal de un panel fotovoltaico está establecida en torno a los 44ºC (±2ºC). El valor de la pérdida de producción a altas temperaturas viene indicado en la ficha técnica del panel con el valor del “coeficiente de temperatura para potencia máxima (Pmáx)”. Un panel de la marca REC con un valor de -0,26%/ºC frente al panel de Canadian Solar con unas pérdidas de -0,38%/ºC; a una temperatura media de operación de 35ºC en verano va a generar un 12% más de energía solar.
Las características mecánicas
Si bien la capacidad de generación de energía del panel prima sobre cualquier otro aspecto, las características mecánicas del panel también hay que tenerlas en cuenta.
Normalmente la mayor parte de los fabricantes ofertan paneles rectangulares de medidas aproximadas, 2m de largo por 1m de anchura; si bien existen marcas que tienen paneles de menor longitud, lo que facilita la disposición de un mayor número de paneles cuando la superficie de cubierta disponible no excede a las necesidades de cálculo.
Dichas dimensiones junto al espesor del panel hará que éste tenga un peso mayor o menor. Si bien es cierto que cuanto menor sea el peso del panel menor será la sobrecarga aplicada sobre la cubierta; también será menor su rigidez y, por tanto, su capacidad de resistir el peso de la nieve o la fuerza del viento.
La marca REC incrementa la robustez y rigidez de sus paneles con la disposición de dos barras traseras o travesaños intermedios en el bastidor posterior del panel; facilitando con ello la manipulación del mismo durante su transporte e instalación, y dificultando la flexión del panel, evitando con ello la aparición de microrroturas o “microcracks”; roturas en el sustrato de silicio de las células del panel que no se pueden llegar a ver pero que, de producirse y aumentar de tamaño con el tiempo, pueden llegar a reducir el rendimiento de producción de energía del panel.
Así mismo, la rigidez del bastidor influye en la mayor o menor longitud de la zona de fijación del panel en sus extremos, lo que no sólo facilita la disposición y montaje, sino que además facilita no perder la garantía del panel por una fijación fuera de estos límites.
Por otra parte, no hay que olvidar que en caso de granizo la superficie del panel está expuesta y, en función de su intensidad, puede llegar a romperse. Independientemente de que la cobertura de un seguro pueda garantizar su sustitución; al decidirnos por un panel de mayor calidad y resistencia podemos evitar que esta incidencia se produzca.
La decisión final
Una instalación fotovoltaica es una inversión amortizable a largo plazo por lo que la calidad de todos sus componentes, y no solo los paneles fotovoltaicos, son la base en la que fundamentar la decisión de su ejecución de forma que se pueda asegurar la rentabilidad esperada, así como un ahorro futuro cumplido el período de retorno de la inversión.
En instalaciones residenciales, donde el número de paneles no suele ser elevado, un incremento de precio por elegir un panel de mayor calidad va a suponer un ligero incremento en el coste total de la instalación que merece la pena asumir. Igualmente, en instalaciones con un mayor número de paneles donde dicho incremento es significativo, la generación de energía durante la vida útil de la instalación va estar asegurada en unos niveles muy superiores a los esperados con un panel de peor calidad.
Si tiene alguna consulta o necesita más información no dude en ponerse en contacto con nosotros a través de nuestra web, vía correo electrónico o llamando directamente a los números de teléfono fijo 976 795 880 y móvil 646 782 374.